El técnico del Sporting de Alcázar, Pablo Fuentes, valoró con emoción y sinceridad el cierre de una temporada brillante que, sin embargo, dejó un sabor agridulce al quedarse el equipo a solo un punto del ansiado playoff. Tras la victoria por 3-0 frente al UD Carrión, el míster reconoció la tristeza del vestuario, aunque subrayó el mérito de lo logrado.
“Estoy seguro de que, con perspectiva, nos saldrá una sonrisa por lo que hemos conseguido. Hoy, esa sonrisa no está, pero hemos peleado hasta el final”.
Fuentes recordó que el objetivo al inicio de la temporada era “estar entre los cinco primeros y pelear por el playoff”, y ese objetivo se ha superado con creces. El Sporting ha competido de tú a tú contra auténticos equipazos y se ha mantenido durante meses en zona noble.
El entrenador quiso destacar el papel de la afición:
“Nos sentimos en deuda con nuestra gente por cómo nos ha empujado en cada partido. Queríamos regalarles el playoff, pero no ha podido ser. Aun así, el orgullo es inmenso”.
Sobre el partido, reconoció que el equipo tardó en soltarse:
“En la primera parte nos faltó valentía. En la segunda subimos la intensidad, apretamos y llegaron los goles. El equipo volvió a dar la cara como siempre”.
Cuestionado por su futuro, Pablo Fuentes fue claro:
“Hoy no tengo fuerzas para pensar en eso. Ha sido una temporada muy exigente. Ahora toca descansar unos días y reflexionar”.