El pasado domingo el Sporting de Alcázar cerró el año futbolístico precisamente ante el equipo con el que lo abrió, el CD Quintanar. El equipo toledano visitó el Delgado Meco en la previa al día de Reyes, un lejano 5 de enero de 2020 donde los alcazareños cayeron por la mínima (0-1) con gol en el minuto 21 de Carmelo Merenciano. 11 meses y 15 días después, el Sporting de Alcázar se tomó la revancha con todos los honores posibles: remontando, con un jugador menos durante muchos minutos, parando un penalti con empate a uno y rematando un partido que se puso muy en contra desde el primer tercio de partido.
En un césped natural muy mermado debido a las lluvias de días anteriores, los alcazareños saltaban al verde del Alfonso Viller García con la intención de esperar su oportunidad en un partido que se antojaba bastante difícil. No en vano, CD Quintanar, además de jugar en casa ante su público, dispone de un equipo que aspira a estar en posiciones altas de la clasificación del Grupo 1 de la Primera Preferente.
Álvaro Martínez realizó cambios significativos en el once titular sentando en el banquillo a Franco, Joselu y Víctor ‘Kroos’, jugadores que comenzaron la temporada con la vitola de ‘indiscutibles’, que se sumaban a la ausencia forzada de Antonio Avilés a causa de la expulsión ante San José Obrero de la pasada jornada. En cambio, apostó por Arráez y Mone en el centro de la zaga, Racio y Monge de laterales; Anthony y Mario en el centro del campo con Manu Paniagua, Mingui y Quini, y Ferley en ataque.
[ngg src=»galleries» ids=»6″ display=»basic_imagebrowser»]Partido con dos partes muy diferenciadas; una primera mitad con los locales como claros dominadores del choque y una segunda parte, en la que «los rojillos» supieron hacer bueno el dicho futbolero de «jugar mejor con 10 que con 11». Con la expulsión de Mone por doble amarilla en el 41 y la ejecución del penalti que adelantaba a los locales, Álvaro Martínez se vio obligado a reestructurar cambios durante el descanso dando entrada a Franco por Manu, quién hizo de «pareja de baile» en el centro de la defensa junto a Alberto «El Vikingo» Arráez. La relajación local unida a la reacción visitante (Victor salió por Anthony en el 54′) causó efecto en el minuto 62 cuando Franco mandó el balón, de testarazo, al fondo de la red e igualó sorprendentemente el choque, a tenor de lo que se vio en los primeros 45 minutos. Más aún si cabe cuando And´rés Logroño detuvo un penalti en el 58′ que el árbitro, Marcos Aroca Descalzo, señaló dentro del área una falta que a pie de campo se vio fuera (con marca sobre el césped incluida).
La desesperación local fue en aumento, directamente proporcional a la esperanza y perseverancia sportinguista que se vio crecida tras la expulsión del jugador quintanareño Aarón Moreno en el 77′ que igualó aun más el choque sobre el césped. Álvaro Martínez, confiante de las posibilidades de los suyos, dio entrada a Joselu por Ferley en el 80′, Alex Palage y Guille Alaminos por Mingui y Quini, respectivamente, en el 86′ y pocos segundos después «saltaba la liebre» para sorpresa de las varias decenas de aficionados que se dieron cita en la mañana del domingo en el municipal quintanareño: Alberto Arráez, en varios tiempos y golpeos, introducía el balón en la portería defendida por Carlos Esquinas, casi de forma agónica y consumando la remontada.
Victoria de casta; buscada y encontrada por los alcazareños que necesitaban un partido como la del domingo que sirviera como punto de inflexión para cambiar una dinámica que, tras el buen inicio de temporada, comenzaba a truncarse negativa.
Victorión para despedir el año y disfrutar, al menos por un par de semanas, de unos días de descanso con buen sabor de boca. Los alcazareños abandonan el farolillo rojo en detrimento del Atlético Tomelloso (12º con 4 puntos) y sube hasta la 8ª posición con 7 puntos, por encima de Sporting La Gineta (6 puntos y un partido menos), CDB Herencia y Membrilla con (con 5 puntos) y del propio Atlético Tomelloso. Esta es la clasificación a 24 de diciembre de 2020.
La competición se retomará el 10 de enero, con la jornada 7, ante uno de los rivales más difíciles de la categoría, Bodegas Puente de Rus AD San Clemente, equipo que aspira al ascenso a Tercera División.